miércoles, 6 de febrero de 2013

Cupido Sui Generis

Tengo un pequeño y simple pedido.



Mi madre piensa que tengo envidia de las parejas que veo en la calle. En parte tiene razón, pero en realidad no me gustan las parejas jóvenes y melosas en la calle. Especialmente ahora que se acerca el tan archiconocido Día de San Valentín.

Yo no celebro San Valentín. Solo una vez lo celebré con mis amigos y nunca lo he celebrado con mi pareja. De repente sea por ello que no comprendo por qué veo tantas flores corriendo de un lado a otro por la ciudad (no literalmente, en caso no se entienda), los telos llenos, los restaurantes y parques con parejas. Nunca he vivido un día de los enamorados... con enamorado, porque la verdad es que nunca he tenido un enamorado de verdad, o que me dure más de dos meses. Mi primera relación verdadera ha sido la de SÑ, con quien ya voy XXX años.

Si, varios años, es increíble cuando me pongo a pensar en ello. Hace poco tuvimos unos problemas con unos cambios que van ocurriendo alrededor nuestro. Me puse mal y casi casi vuelvo a mi antigua amargura, pero el día lunes hablamos y me dijo cosas que yo necesitaba escuchar, de lo más lindo, tierno y sincero que pocas veces ha sido. No es exagerado decir que mi cariño, mi amor por él se ha renovado una vez más. Lo quiero, lo quiero con todo mi corazón y planeo que sea así por el momento. No sé qué pueda ocurrir en el futuro, pero ahora quiero quererlo. 

Pienso en la relación que llevamos y me doy cuenta que es una relación sui generis: no somos una pareja en sí, pero estamos juntos con las mismas características de una. No hacemos cosas que harían las parejas ordinarias, aunque hacemos lo posible para pasarla bien, y muchas veces lo logramos. Ahora, quiero que con esto que le voy a pedir, sigamos siendo el codo a codo de siempre, aunque con algo en común con los demás.

SÑ: ¿quieres ser mi San Valentín?

Si, yo sé que es medio tonto, y espero te ríes y no te molestes. No necesito (o quiero) flores y corazones para ese día, tan solo tener un instante para poder verte y decirte que te quiero sin palabras, sino con gestos y con todo lo sui generis que podemos ser juntos. Aunque sea una media hora de un almuerzo, como solemos tener, para ser sui generis juntos.

Es todo. Si no hay Cupido Sui Generis ese día, no te querré menos. Siempre te querré más y más. Muaks.