domingo, 28 de junio de 2009

Sentada, mirando el hielo...

Era la noche del jueves 25 último y no podia dormir. Habían sucedido demasiados dramas aquel día como para que mis ojos tuvieran la capacidad de cerrarse y mi mente de descansar. No, no podia pensar en mañana... tal vez ni en hoy... solo podia pensar en una cosa: Love Story.

Hay una escena mas que nada la que venia a mi mente. Es el final de la película. Al final, está Oliver (Ryan O'Neal, el mismisimo Redmond Barry) mirando el hielo de una laguna congelado en Nueva York, recordando al amor que se le acaba de ir en un hospital, el dia en que fueron a patinar en esa laguna un dia de invierno. Piensa. Tú solo ves que piensa, no sabes nada mas, ya que la musica se encarga de hacer que las lagrimas de los expectadores (mujeres, por cierto, ya que es Love Story) cierren la historia.

Y pensaba justamente en Oliver, ya que fue el primero que sufrio con el jueves 25: su amor se le fue. El dia comenzaba con la noticia de que Farrah Fawcett habia muerto ("fallecer" no, como diria Benedetti), y ahi estaba Ryan O'Neal dando la cara en las noticias, dando a entender que estaba ahi, muy ahi, queriendola siempre, como lo hizo cuando la conoció y cuando se volvieron a juntar. Su rostro era identico al de Oliver mirando el hielo. En ese momento, Ryan O'Neal miraba el hielo de la laguna: la vida al lado de una mujer que ya no se encontraba entre nosotros.

Les soy sincera: no conocia bien a la señora-señorita-Angel-belleza en cuestion. Supe que era un Ángel de Charlie y nada mas. No me interesó conocer nada de ella. Conozco más bien a su pareja, al señor O'Neal a quien respeto por su papel en Barry Lyndon. Era por él por quién sentía pesar, porque él se queda... él sufre más.

El día continuaba (lamentablemente). Justo antes del almuerzo en la oficina, llegaba las noticias de que una cantante peruana, Alicia Delgado, habia sido terriblemente asesinada en su propio hogar, ese que muchos creemos seguro del mundo. La encontraron al parecer estrangulada y echada en su cama (pero luego ya sabriamos que murio acuchillada) luego de haber estado dos dias desaparecida. Su gran amiga, Abencia Meza, aparecia con los ojos rojos y llenos de lagrimas, manifestando lo sola que se quedaba en el mundo. Una persona mas que me apenaba, que siente que el mundo se le viene encima. No tiene la paz o la resignacion de Ryan O'Neal.

Puedo imaginar una escena ahora: mientras Ryan O'Neal ya está sentado en aquella banca mirando la laguna congelada siente unos pasos. Mira a su lado y ve a Abencia Meza sentándose, llorando desconsoladamente. O'Neal solo mira hacia la laguna y da un suspiro. Qué extraña escena! en un apagado Nueva York.

Lo que lo hace más extraña es cuando yo llego al lugar, en silencio. Sin lágrimas ni nada me siento al lado de Abencia Meza, y ella y O'Neal me miran sorprendidos. Claro, no tienen idea de quién soy. Yo saco mi eterno paquete de Lucky Strike y le ofrezco uno a cada uno. Ambos toman un cigarrillo. Enciendo tres cigarrillos. Suspiro.

Ellos me siguen mirando. Yo les digo tranquila: Michael Jackson ha muerto. Ellos asienten con la cabeza. Fumamos juntos.

Michael Jackson ha muerto. Ni siquiera ahorita lo termino de creer, aunque me lo repiten en CNN, en Mtv, en las noticias, los demás que me rodean. No. Pero si, es así, es tan real como el frio limeño: Michael Jackson ha muerto. Y como el universo entero, tengo muchos recuerdos con él, cosas de la infancia que no olvidare, los movimientos, la voz... todo. TANTO! "Tanto amor y no poder nada contra la muerte" parece gritarme Vallejo desde algún lugar lejano al cual no puedo llegar aún. No hay lagrimas, no hay sonrisas. Solo resignacion: el rey ha muerto... no hay nadie mas como el. Jamas habra. Y a Dios gracias por eso.