miércoles, 28 de diciembre de 2011

Buscándote: canción del año 2011

Siete meses luego del "evento", finalmente rescato lo que me dejó este año.


Hace mucho tiempo que no lloro en el micro camino a casa. También hace mucho que no me miro al espejo y encuentro a alguien deprimido, triste y sin esperanza. Finalmente mi vida volvió a ser mía, y eso es lo que más agradezco de este año tan díficil que me tocó vivir.

Ciertamente, hace tiempo que no tenía un año así de difícil en mucho tiempo. Es decir, el año pasado tampoco fue un lecho de rosas, pero lo sobreviví. Pero la idea no era solo "sobrevivir" a las cosas, sino encaminarse y aprender a vivir, a ser uno mismo sin necesidad de que te falte una mitad todo el tiempo. A mí, gracias a Dios, no me falta nadie, porque todavía tengo a ese alguien, de una u otra forma.

Pero también ahora tengo más gente. Está mi trabajo, mi familia, los pocos amigos que aún tengo, y pensar en que todavía tengo mucho más que pensar que solo en la pena que me embargaba todos los días. Si, superé mis huevadas. Si, SÑ dejó de ser el centro de mi universo, pero todavía seguía siendo una persona muy importante.

Todo fue por "El evento". Recuerdo el miedo que tenía días antes de que ocurriera todo, pensando que me moriría o que no sobreviviría. Era como un soldado que está a punto de entrar a la toma de la playa de Normandía en 1944, pensando en si sobreviviría, en si volvería a su vida normal, en si en algún momento todo eso sería nada más que un recuerdo para contar a generaciones posteriores. Mi desesperación, como usualmente ocurre, fue innecesaria. SÑ se casó, pasó. Ya no duele.

Ya no duele ver tu anillo de matrimonio brillando de nuevo en tu dedo. Ya no duele pensar a dónde es que llegas luego del trabajo (mejor dicho "a quién"), o que tus mejores momentos los pasarás con esa persona. Bueno, eso último un poquito, pero no tanto como antes, cuando yo era una persona de lo más enferma, porque ahora puedo ser feliz en mi propia realidad. No te niego que la vida sería mucho mejor para mí si hubiera ocurrido como siempre lo he imaginado, pero ya no tengo motivos para llorar o desesperarme. Ya no soy infeliz. Ahora he aprendido a ser feliz con lo que tengo.

Lo que pasa es que entendí que nada bueno puede llegar, si es que yo no hago cosas buenas por mí misma tampoco. Por ejemplo, este año me empecé a vestir mejor, a preocuparme más por mí misma, a tratar de mejorar los defectos que la gente me veía. A callar cuando fuera necesario y a hablar y ser valiente en su momento. Todavía, debo reconocer, me falta un montón: aún soy cobarde, aún soy orgullosa y soberbia, y como EN EXCESO, pero creo que puedo mejorar.

La idea era que para encontrarte, SÑ, primero debía encontrarme a mí misma. Pasé tanto tiempo tratando de entender tu mente y tu corazón, que dejé de pensar en mí y en lo que veías realmente a mí: a una mujer loca, desesperada e inmensamente triste que no tenía ganas de salir de ese estado. ¿Podrás ver ahora que en realidad sí quiero mejorar, que estoy intentando salir de toda la pena que me tuvo ahogada y estancada en un lugar en el que realmente no quería estar? Pensé que tú eras quien me había hecho todo este daño, cuando en realidad el mayor daño me lo hice yo misma. Y ya me perdoné por ello, por eso sigo adelante.

* * *

Ya, ya. Mucho floro de mujer superada que nunca te ha gustado. A mí tampoco me gusta dar discursos a lo Paulo Coelho, pero creí que era necesario escribir sobre ello, porque eso fue mi año: buscarme, encontrarme y ayudarme a crecer. Esa fue la mejor manera de encontrarte también, de disfrutar más de ese SÑ que siempre me gustó, con el que podemos ser el "codo a codo", aunque ya no sea como antes.

¡Oigan! no me malentiendan. Yo quiero a SÑ, si, pero no quiero que acabe su matrimonio y deje todo por mí. Yo quiero sinceramente que sea feliz en el viaje que le ha tocado emprender, porque estoy segura que él también desea lo mismo para mí, aunque le duela un poco saber que mi felicidad algún día estará con otra persona. Eso es quererse de verdad. Y es lo único que me destruiría en serio: que SÑ me deje de querer. Pero eso no sucederá, al menos no ahora. SÑ y yo seguiremos escribiendo nuestra historia, cada uno a su modo. De un modo mucho más saludable ahora.

Y bueno ahora con ustedes... ¡la canción del año 2011! La historia de esta es la siguiente...

Tres días después de "El evento" yo estaba en el transporte público camino a casa luego del trabajo, cuando escuché que anunciaban esta canción en la radio. Conforme se iba formando la primera frase de la canción, entendí que esa era la canción que lo definía todo. Avanzaban los días, las semanas, los meses y esa canción aún definía la búsqueda en la que yo estaba: de SÑ. Pero para encontrarlo, me tenía que buscar primero a mí misma. Y así lo hice.

SÑ, si lees esto, espero escuches esta canción, que hace rato que te la quiero dedicar. Y una vez más, gracias por estar a mi lado y por quererme siempre, así como yo te quiero a ti.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El deseo y el cariño

NUNCA confundir.


A veces me pongo a pensar si esta confusión es un problema estrictamente femenino. Intento convencerme que no, que les puede pasar a todos por igual, sean hombres o mujeres. Pero la verdad, por más que duela, es que a las mujeres les sucede con mayor frecuencia.


Porque el hombre es más disfrazador de sus emociones. No de cualquier emoción, porque eso las mujeres también lo sabemos fingir muy bien, sino de sus emociones esas que vienen no del corazón o del cerebro, sino de un poquito más abajo. Solo un poco. ¿Lo encontraste? Good. Continuemos.


De lo que me he dado cuenta es que los hombres también son manipuladores, pero en sentido inverso al de las mujeres. Mientras que la mujer manipula mintiendo sobre el sexo para obtener atención, el hombre manipula con atención para obtener sexo. A nosotras nos gusta fingir que queremos todo el sexo salvaje del mundo con esa persona y solo con esa persona, pero en realidad es parte de la manipulación para obtener atenciones no necesariamente en la cama. Manipulamos deseo por cariño.


Los hombres hacen todo lo contrario: fingen que son los seres más comprensivos y sensibles, solo para obtener sexo. Manipulan cariño por deseo. Si, de ahí es de donde salen muchos cretinos sin corazón que solo quieren encamarse con todas utilizando las peores mentiras, artimañas y manipulaciones para obtener lo que no obtendrían de un modo más sincero o directo (bueno... no gratis). Me recuerda a un capítulo de South Park en el que el personaje de Butters hace un negocio de caficho (proxeneta) con algunas compañeras de colegio y prostitutas de mucha mayor edad; en el capítulo en cuestión, Butters dice que es mejor pagarle a una puta para que haga lo que quieres hacerle a una mujer "sin tener que escuchar sus estúpidos problemas". Dice muchas verdades acerca de como los hombres la hacen larga con la mujer a la que se quieren encamar, y es una inversión de riesgo (dígase), ya que existe la posibilidad de que la flaca al final nunca te deje abrirle las piernas.


* * *


Antes que me manden a la hoguera, déjenme aclarar algo: es cierto que existen hombres que son sinceros al querer escuchar el problema de una. Hombres que saben querer de verdad, que son hombres de verdad con la mujer con la que quieren estar, y no necesitan fingir atención o cariño, porque lo sienten de verdad. Bienaventurados sean. Pero, señoras, estos hombres son realmente escasos. Es difícil encontrarlos y además, por cosas de biología y travesuras de la vida, nosotras pocas veces tendremos interés amoroso en ese tipo de hombres: siempre nos gustarán los hijos de puta que nos pueden romper el corazón.

Yo, personalmente, no entiendo por qué los hombres manipulan tanto para obtener sexo. Es decir, ¿no sería mejor decirnos las cosas de frente, que solo es sexo, sin necesidad de lastimar a quien cree que está recibiendo cariño de verdad? También es cierto que no entiendo por qué nosotras no podemos entender que el sexo muchas veces no tiene nada que ver con el vínculo emocional. Escucho a hombres que se quejan al respecto, que les llega tener que deshacerse de mujeres que se enamoraron de ellos luego de diversas sesiones sexuales. ¿Han pensado que ello no se daría si fueran directos desde el inicio? Pero no, no puedo ser absoluta. Hay casos en los que los hombres dan las reglas del juego desde un inicio, pero igual a nosotras nos terminan gustando, nos enamoramos. No pudimos contrarlos y fue nuestra culpa.

Porque el deseo no es necesariamente cariño. Puede ser muchas cosas, pero pocas veces resulta siendo amor de verdad. Cariño sincero. Tantas veces veo esto, lo siento tal vez, pero resulta solo siendo deseo, nada que ver con lo que más quisiéramos. El deseo es una emoción distinta, deberíamos aprender a verlo, y no confundirlo con cariño solo porque aparece a veces en forma similar a este último. Al final, mucha gente sale lastimada por una falsa percepción, y es mucho peor cuando la falsa percepción es intencionada. Entonces nos enfrentamos a un verdadero hijo de puta, o en el caso de una mujer a una zorra sin alma, que nos metieron el cuento para poder meterse en nuestras camas, de una manera tan baja que es muchas veces incomprensible.

Y lo diré de frente de una vez, porque es necesario saberlo: solo porque alguien te desee, no significa que ese alguien te quiera. Triste, pero es real.

martes, 13 de diciembre de 2011

Buscándome

Sobreviviendo a mí misma.

Debí haber escrito algo cuando me enfermé de varicela. Estuve dos semanas atrapada en mi casa. Perdón, en mi cama. Fueron semanas fatales.

Ups, creo que empecé desde el final. Iniciemos de nuevo.

Este año ha sido definitivamente uno de los más difíciles para mí. No como el año pasado, en el que el problema fui yo misma, sino que el mundo a mi alrededor comenzó a cambiar y yo no tenía la menor idea de cómo reaccionar a estos cambios. Fue muy triste ver como la persona que quería se iba al altar con otra mujer, fue muy triste sobrevivir a ello y muy triste también el estado en que quedé. Pero no era culpa de SÑ (en realidad sí: ¡rata de dos patas que se casó con otra cuando dizque me quería también! Muajaja, ¡al fin lo dije!), sino que yo también tenía que ver. Menos mal estaba mi queridísimo amigo, el Mastro, listo para consolarme, aconsejarme y ayudarme también. Hay poca gente que veo de la facultad, mi amiga E y el Mastro, y me alegra mucho poder verlos, porque me ayudaron a levantarme. Por mí y por mi familia. Porque si no hice ninguna estupidez, fue por mi familia, por mi madre, porque ni cagando iba a dejarla cargando con mi cojudez.

Pero eso ya pasó. Es cierto, la pena se quedó tiempo, y aún sentía lástima por mí misma. Pero poco a poco resurgí de mis cenizas y me empecé a parecer un poco más a la Yo de hace un par de años: escuchando mi música favorita, viendo mis películas, llenándome más y más de conocimiento que pudiera compartir. Leyendo mucho en noticias, Wikipedia y el Twitter, que créanlo o no me hizo crecer, salir de manera virtual de mi casa, de mi cuarto, y conocer opiniones sobre la gente. Durante mi pena, mi resurgir y el leer más, me conocía más a mí misma. Sabía lo que no quería ser y que menos mal eso lo estaba dejando de lado.

La lucha no era solo emocional, entonces ya la lucha se hizo con el mundo. El ambiente laboral también se hacía muy difícil a veces y necesitaba toda mi fuerza para confrontarlo, para seguir haciendo bien mi trabajo y para que el Fuhrer, en resumen, dejara de joder. SÑ aún me sigue diciendo a la fecha de que debo de irme de ahí, que todo lo que tenía que hacer ya lo hice y que es hora de evolucionar y bajar de peso. Este... bueno... evolucionar no más. Creo que tiene razón. Mi ciclo ha terminado. He aprendido del trabajo duro, de ser jodida y que te jodan y ser eficiente hasta en los peores momentos. Menos mal he aprendido a controlar situaciones y a tratar al público, aunque mi timidez sigue terriblemente cuando viene alguien sin intenciones de ser agradable. Hoy me pasó eso, y me hace envidiar terriblemente el valor de mi madre, lo cual es algo que siempre he querido imitar, y pienso hacer.

* * *

A mis veintitantos años... ¡me dio varicela! La historia fue algo así: no tengo la menor idea. Solo sé que una mañana de viernes me salió algo que parecía un barrito en la sien derecha y luego en la noche me sentía malaza, como si tuviera fiebre interna. Al día siguiente, me sentía mucho mejor, pero me seguían saliendo erupciones en la cara. Todos en mi casa pensábamos que se trataba de una intoxicación debido a mi inadecuada dieta, hasta consulté con dos médicos, y me dijeron lo mismo. Pero me empezaron a salir más erupciones en el cuerpo, y me empecé a asustar.

Al día siguiente de ello, el domingo, me sentía bien, pero con más erupciones en la cara. Acompañé a mi hermano a un evento y... ¡me salieron más erupciones todavía! Estaba asustada, no sabía qué era y quería cortarlo de una buena fuckin' vez. Fui al médico con mi mamá en la noche, y esta apenas me vio me dijo el veredicto: eso es varicela. Me fui al Hospital de emergencia y el resto ya es historia: dos semanas de encierro en casa, con marcas en la cara, claro, luego de que todo eruptara, se inflamara, picara, jodiera, fastidiera, doliera y finalmente poco a poco desapareciera. Aún tengo manchas que son el horrible recuerdo de las ampollitas (porque eso son al final las erupciones de la varicela) que me salieron en todo el cuerpo, incluso en lugares demasiado privados. ¿Imaginan lo que es que te pique ahí incontrolablemente? No dormí la noche del brote. La segunda mas o menos. Luego no podía salir a la calle. Finalmente se secó todo, pero tenía marcas horribles. Ahora, según me han dicho, parecen lunares o pequitas.

* * *

No sé aún si enorgullecerme por ser tan fuerte, o avergonzarme por ser tan tonta. Ya no se trata de SÑ o del mundo si quiera, sino de mí misma. De tener miedo o de no tenerlo, de enfrentar y no esconderme, ni siquiera de mí misma. Aprender a quererme sin necesidad de que hubiera alguien alrededor, algún chico revoloteando. Claro que es bonito, pero me doy cuenta que no es lo más urgente en estos momentos. Primero es estar conmigo misma, disfrutarme, y luego dejar que otro lo hago. Por el momento, aún quiero a SÑ, aún lo quiero cerca y me hace bien, porque lo malo tenía que dejarlo de lado, en nombre de todo aquello que no supe disfrutar en su oportunidad y que tal vez pudo haber hecho una diferencia.

¿Pudo? No lo sé. ¿Vale la pena vivir con ese pensamiento? No. Ahora es ahora, lo que tengo que vivir es lo que tengo en las manos y es poco, lo mejor es no desperdiciarlo. Lo mejor por hacer es encontrarme, vivir y querer mucho, querer a todos, incluso a MH. Entender que el mundo cambió y que yo tuve que adaptarme, así que debo de encontrar a esa Yo, la de siempre. Estoy en plan de búsqueda. Mi misión es buscarme y encontrarme.


PS. SÑ: te quiero. Sigues siendo una de las cosas más importantes de mi vida y te agradezco con toda el alma que hayas decidido que yo siga siendo parte de tu vida, pues indica que te soy necesaria de alguna u otra manera. Espero que siga así por mucho tiempo más. Amén.