domingo, 23 de noviembre de 2008

Un verdadero cielo azul


Espero que los que vieron la pelicula "Diarios de Motocicleta" recuerden esta escena. Ernesto y Alberto están subiendo por el sendero hacia Machu Picchu, y ya no dan mas, estan con las maletas encima y el cansancio tambien. Entonces Alberto dice "No, no puedo. Esto es humanamente imposible" (no es asi exactamente, pero tampoco me pidan que recuerde ad peddem litterae la frase de una pela que no he visto muchas veces). Y cuando él está en el suelo, un hombre mayor de la zona los pasa con un andar constante y fuerte... y llega al toque a la curva del sendero que parecia lejana.
Y asi al inicio estaba yo en el camino de Acopallca a Huari, sintiendome al inicio como Alberto, pero mi andar se hizo constante y no me tomo mucho tiempo aquel camino horrible. Cinco/seis kilómetros de piedras, tierra... y olor de arboles de eucalipto, cielo azul, nubes de algodon. El mejor lugar del planeta para mi.
Llegamos ahi con mi madre y mi hermano en la mañana, luego de un largo viaje. La sierra ancashina no tiene nada que envidiar a otros lugares, al menos no en esta epoca del año, donde todo esta verde, los arboles se ven mas soberbios y el cielo azul se muestra de a pocos bajo las nubes blancas o negras que indican que hay epoca de lluvia y que esta puede llegar junto a los rayos del sol. Oh si... lluvia y sol, de locura! pero una maravillosa locura. Si llegan a Huari hagan esto: cuando esten en el auto en medio de la mañana, saquen parte de la mano por la ventana si esta lloviendo con sol, miren el cielo, contemplen la cordillera, el rio, los arboles, y haran a los Apus contentos y estos abrumaran su corazon como nadie jamas lo hara en la vida.
Pero no solo eso es lo mejor. Llegados a Huari fuimos a la casa de mi tia que esta en la parte alta del pueblo. La mejor vista en la historia de la humanidad, la mejor forma de ver un pueblo, de cualquier manera, sea de dia, de noche, con lluvia, con sol, con nieve, con lo que sea. Esa vista siempre sera bella ("mucho siempre, siempre, siempre"). Te sentaras en la banca de cemento que esta al lado de la calle y miraras todo, el pueblo, las montañas, el cielo, el sol, las nubes, lo que sea este encima! y moriras del encanto. Te daras cuenta que has llegado a un paraiso que jamas sera corrompido con gritos de cobradores, de autos que suenan sin razon, gente que grita, trabajos pesados, corazones rotos. Nada existe, es como si el mundo aun fuera joven o simplemente se hubiera quedado asi hace mucho tiempo. Y se quedo asi, para hacernos entender la vida, lo grande que es y lo afortunados que somos por estar en ella.
(Si, por eso elegi ese exacto lugar, ese mirador para llamarte. Tu corazon y el mio ahi juntos, debian de tener esa preciosura de vista. Ambos debian de abrumarse al mismo tiempo).
Lastima que solo haya podido quedarme un dia. Fue una visita relampago y los finales comienzan mañana. La llegada a Lima fue brusca e inesperado, como muchos de sus amaneceres soleados, y yo siento que dormi y que soñe con el azul huarino por un pequeño lapso de tiempo. O peor: que Huari solo fue un pestañeo y que el despertar es Lima, la de siempre, de las trampas para los corazones que disfrutan de los paisajes y la lluvia/sol.
O al menos cree esta dama gris.
Lo que ella no sabe la fuerza que da una caminata de Acopallca a Huari. No solo en las piernas, sino tambien en el corazon. Si has caminado ese lugar, con solo tu voluntad y tu constancia, sabras que puedes hacerlo todo. Y a eso volvi a la gris. No, no hui, simplemente me fui a meditar, a tomar el control de mi vida. Y aqui me tienes. Come and get me. Hay un cielo azul en mi corazon, como el de aquel cuadro de Monet, y nadie me va a sacar eso. Jamas.

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