viernes, 19 de julio de 2013

Paciencia

“Time is no friend of mine, nor his girl” – KT Tunstall

Ya hace un mes que SÑ está distante. Y no se debe a que yo haya hecho algo o cualquiera de las cosas que he mencionado en anteriores ocasiones, sino que esta época del año suele ser bastante difícil en lo que a verlo se refiere. El trabajo comienza a multiplicarse en nuestras oficinas, y cuando hay trabajo… bueno, en buen cristiano, SÑ desaparece.

Han sido diversas situaciones laborales la que lo mantienen lejos, y al inicio yo he sufrido bastante. Ahora que lo pienso, todos los años sufro por lo mismo. Pero hace unos días decidí despejarme pensando en lo innecesario e inútil que era sentirme así: SÑ no va a cambiar, y no va a renunciar al trabajo que tiene pendiente para hablar conmigo. Hará lo posible, pero en la medida de sus posibilidades. ¿Yo para qué quiero exigirle algo más? Él nunca me ha exigido a mí nada más allá de mis posibilidades, ni siquiera cuando era el Señor SÑ y yo le rendía cuentas, o tampoco mientras hemos estado juntos en esta relación sui generis. No le pido nada.

Bueno, de repente si. ¿También tiene que trabajar mientras almuerza? Bien si hubiera querido verme, hubiera podido decirme para salir durante la hora que tenemos para almorzar, pero no lo ha hecho. Aunque me duela un poco, debo imaginar que tiene sus razones, así que lo dejaré a un lado.

Además, otro motivo por el cual he decidido tener paciencia es por aquello que recordé hace unos días: que debía ser fuerte. Yo a inicios de este año le prometí que durante nuestra RSG (abreviación de “relación sui generis”) iba a ser fuerte por nosotros y para evitar problemas. Mis debilidades acarrearon los problemas que he narrado en los post anteriores, y mis traumas e inseguridades no me dejaron estar en paz luego de ver a El Cadáver de la Novia – ECN, con él en su auto. Si, fue un asco toda esa temporada, y realmente he estado molesta y amargada. Pero ya he superado todo. Excepto mi odio por ECN. Pero esa es otra historia.

Superados esos traumas y momentos difíciles, solo me queda ser fuerte y tener paciencia. SÑ volverá, siempre lo hace, y está pendiente de buscarme. Aunque quisiera que fuera con más fuerza, no puedo pedirle que lo haga si no puede o no quiere hacerlo. La sensación que me hace querer que me busque con más fuerza es simple: es que lo extraño. No es suficiente a veces el hablar vía web y nuestras conversaciones siempre han sido más fluidas y divertidas en persona. Realmente extraño ver a mi Shumaq Ñahui, verlo reír y ver como se ilumina su mirada cuando lo hace.

Pero tendré paciencia. Y no me molestaré con SÑ por portarse como lo hace, porque él mismo ya me lo explicó: me quiere, pero suele ser indiferente por naturaleza. Yo he bautizado a este estado como el “amar indiferentemente”. Aún estoy tratando de averiguar qué demonios significa eso, pero imagino que si lleva la palabra “amar/ querer” delante, no puede ser malo. SÑ no es malo, solo es indiferente. Pero para combatir eso, yo tengo que ser… paciente.

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