domingo, 25 de octubre de 2009

La fiesta de Gigi

Era viernes en la noche. Una noche perfecta para salir a tonear como el cuerpo ya pedía hace bastante tiempo. SÑ ni siquiera asomaría sus narices. Mejor. Yo quería libertad para hacer lo que quisiera, más que nada para que mis caderas hicieran su regreso triunfal a mi entorno cotidiano.

Y así fue. Oooohhh si!

En fin. Ese día me desperté con lo que creía era una alergia y resultó siendo un horrible resfriado. Pero mientras, yo estaba lista para el tono. Me puse el polo sexy que me habia prestado Evelyn, su pañoleta que combinaba y estaba hecha. Diré que me fastidiaron un montón en el trabajo por vestirme así. Como si no me vistiera así todos los días! (en realidad... es así, jeje).

Bueno. Salí con CR (una compañera del Juzgado) hacia su oficina en el Jirón Cuzco. Wow! no me imaginaba que fuera así. Lo máximo, y menos mal me pude sacar un momento los zapatos antes de que los pies se cansaran tanto como para no poder moverlos después. Vimos algo de televisión, llegó la compañía (D y G) y finalmente partimos hasta la cuadra 14 de Morales Duarez. Para mí, en resumen: el lado re contra-oscuro de la luna.

Casi perdiéndonos y luego de soportar un tráfico de mierda, según las autoridades pro-tráfico de Lima panza-de-burro (valga el sarcasmo), llegamos a la casa donde Guissella (para efectos de este blog, a.k.a. Gigi)... pero llegamos waaaay early. Eran las 8! y eramos los primeros. Y bueno, ya entonces mi alergia dejaba de ser eso y se comenzaba a convertir en un resfriado que me iba a dejar tirada en mi cama con los labios partidos durante todo el fin de semana. Pero no, esa noche no sabía eso, ni tampoco lo que sucedería tres horas después, cuando los invitamos de Gigi comenzaran a llegar a su casa en el lado re-contra-oscuro de la luna.

Ya entonces yo me sentia morir, y estaba todo casi en igual condición que esta servidora. Pero entonces... llego la gente, y wow!!! todo revivió (myself included). De repente comenzó el baile y uno de los mejores tonos a los recuerdo haber asistido. De repente ya no era Faviel, la escritora con la soledad estallándole en el pecho y que suelta a punta de lapiz, papel, lapicero o un teclado de computadora. Tampoco era Carol, la joven trabajadora del Poder Judicial que sufre en silencio por un amor que se le ha escapado de las manos (y que probablemente nunca estuvo ahí). Era otra... era yo! sentí que esa chica que dormía desesperada por volver a salir afloró esa noche. Revivió en mi cuerpo con el movimiento rudo de mis caderas, con mis pasos bien aprendidos de salsa y mi sonrisa pícara que de vez en cuando se mordía los labios sabiendo que disfrutaba de esa noche como hacía tiempo no disfrutaba de nada en su vida. Ya se va notando que la pasé genial?

Hubo gente de las clases de maestría de la UNFV de Gigi, gente de la Fiscalía y por supuesto que del Juzgado. Aunque algo debo de reconocer a SÑ: nunca (bajo ninguna circunstancia!) es bueno ver a tus superiores e-b-r-i-o-s. No es grato, no es divertido. Es simplemente patético verlos con esas caras que jamas ponen en las oficinas donde andan bien a la tela y completamente serios en frente de los litigantes. Su seriedad desaparece apenas se quitan la cinta de autoridad, se aflojan la corbata, se quitan el saco y empinan el codo. Se ven simplemente ridículos, como si pudieran (y perdónenme la poca humildad) con una chica como yo. Intentan poner sus manos en la cadera, te miran con ojos perdidos por la cantidad de alcohol que ha ingresado a su organismo, quieren intentar algo. Mejor dicho... creen que pueden intentar algo. Lo único que logran es que una descubra su lado más humano, el de más abajo, ese al cual ni siquiera yo llego. Pobres hombres! y ustedes se hacen llamar mis superiores? I'll pass, thank you.

Bueno, ni siquiera ellos. También un amigo que tenía esas características. Pobrecito! perdóname cariño. Gracias... pero, no. Gracias.

Volvamos a la fiesta. Todo estaba recontra animado, yo bailando y bajando todos los kilos subidos en la oficina, y todos también disfrutando ya fuera con el baile o con la cerveza. De repente, ya la gente veía mi otro lado. Y yo me sentia genial! Hasta el momento en que vi a CG (un amigo de Gigi) intentando sacar a bailar a una chica "putativa" (a efectos de este blog, una palabra que en jerga del cole quería decir "puta activa") también amiga de Gigi: J. Pobre chico! babea a miles por J, pero esta ni bola le da. También, que puedes esperar de una mujer así con un lower tatoo más enorme que el tamaño de sus te*as? Verla hacerse la consentida, como muchas hacen y que en realidad a mi me parece muy estúpido, hacerse la difícil (cuando luego bailaría como putativa con otros-varios) con el pobre de CG no hizo nada más que despertar mi cólera. Atiné a una sola cosa: caminé con decisión hacía CG y en medio de la estupidez de J lo saqué a la pista y a ella la dejé hablando sola y a él (quiero creer) lo impresioné con mis pasos. CR aplaudió mi acción.

Me gusta CG, les soy sincera y lo digo de frente. Me gusta CG porque se ve como un buen chico, joven, atractivo, agradable, gracioso, open, y- lo más importante para mí-: SOLTERO. Thank God! te debo una, my Lord. Me dediqué a hacerlo bailar para que el ego de J supiera que él tenía derecho a usar su facultad para elegir a otras chicas. Sorry, J, una putativa como tú no merece a este chico. Si no te gusta, entonces no te pongas picona cuando veas que dos chicas bailan con él a la vez (como hicimos CR y yo). Cierra la boca, mira a otro lado. Y no jodas. No tienes derecho, J. Eres solo una estúpida más. Pero yo he venido a rescatar a este tipo del enfatuamiento que tiene contigo. Vengo a sacarte de su mente. Y a que él saque a SÑ de la mía. Ya tomé mi decisión. Tú sigue bailando reggaeton como una golfa que se pega a un desconocido. Muestra el tatuaje para que muchos te deseen y ninguno te ame. Gracias. Tú por tu lado, J, y yo por el mío... con CG, of course.

Bailé... y regresé. Era feliz y SÑ no tenía nada que ver con eso. Claro, mis papás me fueron a recoger (low hit!) y se molestaron conmigo (porque no soy de salir así siempre), pero obtuve un par de pequeñas recompensas: además del súper baile, obtuve el número celular de CG y una llamada de su parte diciéndome que había llevado a salvo a CR a su casa. Nada que ver con SÑ, esa noche fue como si se hubiera ido hace miles de años y hubiera quedado como un mero recuerdo en mi corazón. Mejor que no haya ido SÑ. Si hubiera ido yo no la hubiera pasado tan bien.

Ahora entiendo mejor mi libertad. Y me siento más calmada y más resignada conforme se acerca el fin de esta situación. Y a pesar de que me tuvieron que poner hasta una inyección para tratarme el resfriado, todo está bien. Yo siento que he revivido. Que he sido curada de SÑ. Bueno, de a pocos. Pero eso también vale. Y mucho!!!



Video que me parece va con lo del viernes. A saltar.


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