sábado, 27 de marzo de 2010

¿Y ahora qué pasa, eh?

Siempre que iba a producirse un cambio en la novela de Anthony Burgess "La Naranja Mecánica" esta frase aparecía por ahí.

Son 7.45am de una mañana de sábado. Tengo sueño, pero no puedo dormir. He estado dando vueltas en mi cama toda la noche sin poder pegar un ojo, despertándome y pensando. El único momento en que logré dormir fue mientras tenía un sueño nada agradable: SÑ había pasado la noche en mi cuarto, y había estado todo muy lindo, pero la mañana siguiente era llena de miedo y sustos, porque mi mamá y mi hermano entraban a mi cuarto, y aunque mi mamá no vio a SÑ porque él se escondió debajo de mi cama, a mi hermano no lo podía engañar y aunque escondí a SÑ en el ropero, él quiso ver y como no lo dejé se fue molesto. Yo lo busqué y solo me dijo que me odiaba. Auch. Menos mal ahí desperté.

Me parece raro haber metido a SÑ en mi ropero. Probablemente quepa, jaja, no lo sé, pero es que lo puse en el mismo lugar donde están las seis rosas y los bombones que me mandó ayer con un delivery de Rosatel. Citando a Hiro Nakamura: BEST... DAY... EVER. Cuando vi al enviado con una caja de rosas y una bolsita con regalo incluido, de repente sentí que estaba en una película con Audrey Hepburn, una de esas románticas clásicas donde la gente mira a la protagonista y la admira con el regalo que le hace alguien que la quiere. Yo sentía que me ponía colorada hasta las orejas, también que quería gritar de alegría al haberme dado cuenta que SÑ se acordaba de cuando ya hace más de un mes le conté que nunca un chico me había regalado rosas rojas y que quería que él fuera el primero, que me regalara al menos una *inche rosa roja para no ser una paria en el mundo de las mujeres con pareja. Ayer cuando abrí la caja y vi seis hermosas rosas rojas, el mundo de repente era un lugar distinto, yo quería sonreírle a todos, incluso al secretario!!! No podía creer que él me hubiera regalado algo a mí, a esta chica media monse que no sabe vestirse aún y que ayer fue con una falda pegada especialmente para que él la viera. Esta chica que está con él y a la vez no. A mí. Ayer fui la afortunada.

Ayer cumplimos dos años... de estar juntos, y a la vez no.

Hace un rato saqué las flores de su escondite y los bombones también. Ayer me hubiera encantado gritarle al mundo que recibí un regalo de un ser amado, pero por la situación creo que preferí ser un poco más discreta. Aunque es casi imposible ser discreta con una enorme caja en la calle, y que todos sepan que es. Luego de lo que pasó anoche, creo que voy a hacer como SÑ quería: voy a exhibirlo todo como se debe. Que la gente sepa que alguien me regaló flores y que me ha hecho feliz. Ya me comí un bombón, son de los que me gustan!!! Miro los detalles frente a mí y escucho a la Piaf...

"Dios mío, Dios mío, Dios mío, déjamelo, todavía un poco, a mi amor... un día, dos días, ocho días, déjamelo, todavía un poco a mí".

Se suponía que en la noche iríamos a algún lado para estar juntos por nuestros dos años de "lo nuestro" (como dice Benedetti en una de sus obras), pero cuando él llegó a recogerme a la facultad me dijo que tenía un problema en su casa y que no podíamos estar juntos. A pesar de la conversación amena que tuvimos respecto a mi sorpresa de hoy en la tarde, y de las cosas que me contaba él y... por como me tomaba de la mano, como me besó las manos y estuvo a mi lado... yo de todas maneras quería llorar todo el trayecto. Lloré en sus brazos, le dije que lo amaba con todo mi corazón y que tal vez jamás iba a amar a alguien de esta manera. SÑ ya sabe que tiene mi corazón en sus manos, y aunque ya no es necesario que le diga todo porque se lo sabe casi de memoria, yo igual sentía que debía decirle eso. Debía besarlo y quererlo, así es como lo ha querido el destino, así es como me he rendido ante la lucha entre mi cerebro y mi corazón. He decidido usar ambos y disfrutar.

"Y es por eso que quiero a veces amarrarte (anudarte)... y es contigo que quiero hasta el fin masturbarme! (mmmm)"

En casa seguía depre, molesta. Llorando. Podía aceptar que la vida me fregara muchas salidas con SÑ, ya que era casi una costumbre a la que nunca estaba acostumbrada, pero en MI día era algo realmente indignante. Estaba ya en casa cuando un número apareció en mi celular, un número ya identificado: La Loca. Era ella. Era ESA mujer. Vi como el celular me anunciaba una llamada de ella... cuatro veces. Algo había pasado. Ella nunca me había llamado aún sabiendo quién era yo, pero ahora... loca... y loca insistente todavía. No le hice caso, no podía con mi mamá al lado y con la tipa esa seguro en un estado alterado de la personalidad. Paranoica. Lo imaginaba porque yo también me había sentido así en algún momento.

De repente, una llamada a casa. Tenía que contestar yo.

Menos mal era SÑ, pero no con buenas noticias. Resulta que el problema en su casa era la loca (para fines en este blog, desde ahora: MH) que había ido a buscarlo y a hacerle problemas. No puedo contar los detalles, pero era algo bastante serio. Y no hizo más que preocuparme. SÑ ayer tuvo muchos problemas al respecto, y yo estaba muy preocupada.

Les soy sincera, MH me llega a la punta de la teta más chiquita. No me importa si viene y me grita y me dice de todo. No tengo por qué tenerle miedo. Yo sé que al final ella es la elegida (sorry, sin detalles) y que la choteada seré yo (en fin, creo que los detalles son innecesarios). Como no tengo nada que perder o ganar, el miedo es algo pasajero, algo que en realidad no parece importar. Mi real temor era por la reacción de SÑ, tenía miedo que finalmente hubiera decidido alejarse de mí definitivamente, que pondría otro "muro del silencio" por otro período prolongado. Tenía miedo de seguir sufriendo... en mi segundo aniversario!!! POR LA PUTA MADRE!!! Bueno, supongo que hay personas a las que la vida no les da breaks en ciertas decisiones y situaciones. Yo soy una.

SÑ estaba preocupado, medio asustado, palteado, con todo lo que ocurrió anoche. Yo no quería pensar. Quería dormir, quería estar tranquila, pero como ya saben por esta entrada, eso de dormir me ha sido absolutamente imposible. Parece que Morfeo se mudó de habitación hoy, o probablemente salió de juerga. No lo sé.

Escucho a mis papás llegar. La casa comienza a tener ruidos. El sol ha salido con más fuerza. El día inicia, y yo... tengo mucho miedo de iniciar con él, de la incertidumbre y de la reacción de SÑ. A pesar de que está todo planeado y que él (aún) no ha decidido alejarme, es imposible dejar de tener miedo. Lamentablemente, conozco a SÑ lo suficiente como para saber que algo malo se viene adelante.

Ahora solo veo una prueba irrefutable de su cariño: rosas, bombones. Y creo que es hora de lucirlas. Aunque él nunca lo sepa.



PD. Creo que SÑ y yo podemos buscar consuelo en esta canción.


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