miércoles, 15 de diciembre de 2010

The morning after

There’s got to be a morning after/ If we can hold on through the night/ We have a chance to find the sunshine/ Let’s keep on lookin’ for the light

Maureen McGovern - The Morning After


Es el día siguiente a un ataque hormonal muy fuerte. No es que no haya tenido sensaciones así en el pasado. Por ejemplo, ya me ocurrió la vez pasada cuando tuve mi ataque de psicosis. Lo que pasa es que ahora soy más consciente de lo que NO debes de hacer cuando te encuentras así.

Luego de renegar anoche, hoy me levanté aún con el clásico dolor de cabeza de estas épocas, renegando e indecisa sobre lo que me iba a poner hoy. Tenía opciones, pero prefería no usarlas hasta el fin semana. Hoy hace un calor del joraca, y aunque no me pude poner lo que pensaba, terminé igual de mal creo. Subí tarde a la 91 Ate-Surco que me lleva al trabajo, y ya sabía que llegaría tarde y encima vestida HO-RRI-BLE. Estaba sintiéndome mal, encima todavía molesta con SÑ, así que hice lo único que me quedaba cuando no quiero pensar: escuchar música. Reproduje la música de mi celular a través de mis audífonos y quedé mucho menor. Ya me importaba poco cómo estaba vestida y se me fue la sensación de cólera. La cabeza dejó de dolerme y me sentía bien.

Una cosa me demostró esta mañana, muy distinta a ayer en la noche. Primero, que "Let the sunshine in" es excelentísima para elevar los ánimos. Segundo, que la pena/cólera/tristeza/depresión es pasajera. Que todo eso se va rápido cuando uno lo deja, y que las mañanas que siguen a los arranques de ese tipo de emociones pueden ser muy brillantes, como lo fue la del día de hoy. Cuando lo vea recordaré eso, e intentaré pensar en lo bueno más que en lo que escribí anoche.

* * *

Los seres humanos somos más que celular. Somos más que solo odio, e incluso somos mucho más que el amor. Somos demasiado, así de simple (valga la contradicción). Cuando el sol me dio de frente y me olvidé hasta de cómo iba vestida, todo era más grande que aquellos sentimientos negativos. Es más que un sentimiento, más que una noche, más que un momento. "Hay cosas más grandes..." y si las hay. Las vi camino a la oficina. Las veo siempre. De todo tipo. Y espero pueda ser consciente de ellas la próxima vez que SÑ me de un cóleron por lo que sea que haya hecho.

Por lo pronto, la mañana siguiente luce prometedora. Si continúa así lo tomaré como una buena señal. Sino... bueno, in omnia paratus. Porque es que las hormonas no me pueden cegar de todo, todo el tiempo. No está bien si quiera arranques así, perder la racionalidad, pero es bueno que no sea permanente. Ser conscientes de nuestro organismo y aprender a controlarlo nos hará más poderosas, por no decir mejores. Y creo que me siento más consciente, además de más tranquila. Para alegría mía y de los que me rodean. Thank God.

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