domingo, 18 de abril de 2010

Si, señor

Sala oscura de cine. Con bastante gente que mira expectante en la pantalla mientras Jim Carrey canta "Can't buy me love".

Algunos comen canchita, otros (como yo) tienen del brazo a su cita de esa noche. Si, mi cita, mi SÑ que iba a dejar de ser mío cuando se fuera a la Fiscalía, en una no tan lejana noche de enero de 2009.

Jim Carrey y su co protagonista se miran en la oscuridad de un teatro vacío, en pleno escenario. Al igual que ellos, yo también me siento inspirada por un soplo divino que me ha susurrado al oído lo que realmente quiero en esos momentos. Mejor dicho, a quien quiero en esos momentos.

No es momento de decir adiós. Not yet.

Lentamente me acerco a SÑ y le susurro al oído:

- Pregúntame si te voy a dejar.

Él no entiende, pero igual hace lo que le pido. (En voz baja para no fastidiar a los demás).

- ¿Me vas a dejar?

Me acerco despacio, para que entienda la inmensidad de ese momento. Que lo que diré en ese momento definirá nuestro futuro juntos. Solo una palabra basta para responder su pregunta:

- No.

Me mira de frente. Me da un beso suave, que yo sé está lleno de gratitud. Agradece que me quede a su lado aún por un tiempo más, a pesar de que ya no vayamos a compartir la misma oficina, el mismo edificio. Me abraza luego de eso. La película continúa.

Es un gran momento de nuestra vida juntos.

No hay comentarios: