domingo, 4 de abril de 2010

Todo ha cambiado

Normalmente, lo que sucede con el mundo es eso: todo cambia. Y lo que ha cambiado, cambia. Todo se mantiene en movimiento, y a veces eso no nos va a gustar. No todos los cambios son bienvenidos por nosotros, algunos queremos evitarlos inútilmente. Al final, la vida y la naturaleza demuestran su poderío sobre nosotros y cambian nuestro universo de lo que alguna vez fue paz y tranquilidad.

Eso es lo que sucedió con SÑ el jueves último. En mi caso, es algo que ya he comprobado antes: todos los cambios los recibo con cólera... y un tanto de sorpresa. Cuando llegué a mi oficina en la mañana para "trabajar" recibí una llamada de SÑ para encontrarnos ese día más tarde. Subí al sexto piso del edficio y pensaba en lo que había ocurrido, en la cólera por la pena que había sufrido los días anteriores y en lo que planeaba decirle al ver. Muy, muy dentro mío, estaba contenta por no haber tenido que pasar un día más en la incertidumbre y poder verlo, aunque sea para poder pelear.

La tarde pasó para mí tan intranquila como los tres días anteriores al jueves. Estaba nerviosa y emocionada, ¿o sería solo emoción? En fin. Me alisté bien y lo fui a ver, cuando el sol ya se ponía en el cielo limeño. Puedo decir con total certeza que es quizá una de las peores y las más difíciles conversaciones que haya sostenido con un ser amado. Esa sensación de incomodidad en el corazón es algo que a nadie, menos a mí, le gusta sentir, pero en esos momentos era absolutamente necesario debido a los malos ratos que ya había pasado. Tenía que hablar con SÑ, no solo escucharlo, sino también decir lo que yo sentía.

Por respeto a SÑ, no contaré lo que me dijo, pero puedo decir que me dolió mucho lo que escuché y lo que me explicó aquella tarde, con la mirada evitando la mía, con la voz apagada que pocas veces he escuchado, y esas frases dolorosas. Dolor. Oh, oui. SÑ estaba con dolor en el alma, y era por MH, por lo que había ocurrido con ella. Por un momento pensé que yo no le importaba un reverendo carajo. Me parece un poco que así es: SÑ estaba mal por ella. Me acordé de la época en que se había peleado con ella y cuando estaba conmigo yo tenía que quedarme callada para no gritarle "deja de estar mal por ella cuando estás conmigo, ¿no ves que me pones mal?". Ese momento en jueves fue exactamente lo mismo: callarme, aguantarme. Si no, no podía entenderlo. Y ahora lo hago. Pero eso lo explicaré después.

Luego de un momento, la conversación se hizo ligera. Pero se puso turbia cuando me dijo que solo podíamos ser amigos por el momento. Creo que fue que él lo dijera lo que más me indignó. ¿AMIGOS? Yeah, right, in your dreams asshole! Hice que me llevara a casa, aunque ya estábamos volviendo a ser los de antes. A pesar de lo mucho que ya habíamos avanzado, yo no quería estar ahí, con alguien a quien quería tanto pero que me rechazaba tan tajantemente...

... menos mal! entendí después todo. Más entrada la noche de un jueves santo, mientras nuestro Cristo comía por última vez con sus Apóstoles, yo hacía las paces con un ser amado. Por teléfono y luego por MSN. Les diré que fue bastante extraño no tratarlo como pareja y ser simplemente nosotros, Faviel y SÑ, en un plan 100% de amistad. O al menos intentándolo. Quemado. Quemado del cerebro.

Todo ha cambiado. Lo sentí en el aire fresco de una tarde de viernes santo. Lo sentí el sábado en la tarde mientras me preparaba a salir con él, aún con miles de preguntas en la cabeza. Estaba emocionada (ahora sí realmente emocionada) mientras me vestía y me planchaba el pelo luego de lo que parecían ser miles de años. Me puse una blusa de tiras que no es para nada mi estilo y que seguro le terminaron gustando y jugando a mi favor. La nueva era de Faviel y SÑ empezaba entonces, como amigos, como personas que se apoyan luego de que el destino los ha alcanzado. Porque lo que pasó la semana pasada fue justamente porque el destino nos alcanzó, todo lo que hicimos chocó contra nuestra realidad y la destruyó, creando algo nuevo en cambio. Algo distinto. Ayer, en medio de la función de cine, yo iba entendiendo que esto es nuevo... y a la vez no. Es un cambio que se está dando, es algo que nace.

De más está decir que la pasé bien ayer. Ayer tuve esperanzas. Ayer vi a ese SÑ que tanto quiero y con quien tan bien la paso. Con quien puedo hacer locuras aunque no le gusten, y con quien puedo decir "Bazzinga!" sin avergonzarme. Jajajaja. Bazzinga, SÑ, porque las cosas en nuestro universo parecen haberse movido de su sitio. Y aunque no tenemos la seguridad de si volverán a su estado anterior, su naturaleza seguirá siendo la misma. Donde sea que lleguen a estar, hacia donde sea que las fuerzas cósmicas las lleven, seguirán por dentro de la misma forma. Lo exterior es distinto a lo interior. Y así lo será.

Ayer entendí a SÑ. Normalmente solo diría que cambia de opinión como una mujer cambia de blusa. Eso seguirá así aún. Pero puedo entender la pena por la que has pasado, puedo entender que tus acciones finalmente alcanzaron las consecuencias que tanto la vida había previsto, pero que decidimos ignorar en su momento, solo pensando en nosotros. Puedo entender que te duele el cambio que ha ocurrido ahora, y que tu corazón aún necesita tiempo para sanar antes de acostumbrarse al nuevo lugar donde lo ha movido la naturaleza. Sé que probablemente mientras escribo esto has vuelto a ponerte mal porque has tenido que enfrentarte al fantasma de MH, y que librarte de él tomará un poco de tiempo. Pero no te preocupes. Te quiero lo suficiente para sacar paciencia de donde no la tengo y esperar a que tu corazón y tu alma sanen y vuelvan a tener paz. Cuando eso ocurra, seguiré a tu lado, como desees que sea. Secretamente deseo que sea de otro modo... pero eso lo decidirá nuestro nuevo espacio.


Mientras, me alegra decir que ni SÑ ni yo estamos solos. Aún nos tenemos el uno al otro. Y pido a todas las fuerzas en el universo que permitan que sea así por un buen tiempo.

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